La concentración está muchas veces asociada con la capacidad de abstracción de los sentidos. Si bien la segunda es necesaria para la primera, la capacidad de abstraerse de los sentidos no necesariamente lleva a que uno esté más concentrado.
Vamos a entrenar un poco de las dos en este ejercicio: Elegí una canción que te guste bastante y tené a mano un metrónomo. Dale play a la canción y poné el metrónomo para que suene al mismo tiempo. Mantené la conciencia solamente en el sonido del metrónomo. Es necesario abstraerse, pero también se requiere mucha concentración para que la mente no vuelva a la canción. Sobre todo si es una que te gusta, que te dan ganas de escuchar. Probá haciendo esto con el volumen del metrónomo cada vez más bajo, para entrenar más la concentración.
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