👀 Es interesante sentir que una emoción se dispara dentro nuestro. Podemos notar que cambia nuestro estado de ánimo. En algunos casos percibimos físicamente la adrenalina fluyendo y/o percepciones diferentes en varias partes del cuerpo. Si esta reacción física genera malestar, algunas personas optan por sacársela de encima descargándola sobre algo o alguien. Otras eligen reprimir ese efecto desagradable. Bancársela y seguir. Hay una tercera opción, que es usar esa impresión, esa energía, para hacer algo. Lo que sea, que nos dé ganas. Podemos usarla para dibujar, componer, escribir. Podemos salir a correr, entrenar. Podemos estudiar, trabajar. DeRose se refiere a esto como sublimación de emociones. En vez de reprimir o expulsar, usar esa energía en algo que sume en nuestra vida.
🙃Hacer esto cuando una emoción parece dominarnos —no dejarse ganar por ella— es un gran desafío. En nuestras prácticas hay técnicas que son desafiantes y, si bien la emoción que se genera no es tan fuerte como en otras áreas de la vida, tenemos la oportunidad de observar cómo reacciona el cuerpo y qué hacemos con esa emoción. Son momentos de entrenamiento, no sólo sobre los músculos y articulaciones, sino también sobre el manejo de las emociones.
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