⚡ Hoy empiezo con este texto de mi amigo y colega Alex Falke: Estabilidad emocional no es que no te vayas para un lado ni para el otro. Es poder ir para un lado y para el otro sin que tu estructura emocional caiga. Es poder estar feliz, triste, con rabia, etc., sin que eso haga que se pierdan tus convicciones. Que tus acciones, tus valores no sean rehenes de picos emocionales.
⛰️ A veces confundimos estabilidad emocional con un estado emocional sin matices. Imperturbable. Como si la estabilidad pudiese ser producto de cortar el contacto con el mundo, irnos a la montaña y quedarnos ahí.
🚗🚕🚙🚌🚎 Por el contrario, intentemos imaginar una estabilidad emocional urbana, a prueba de bocinas, dobles filas, largas colas en el banco, hostilidad, baldosas flojas.
🧩 Podemos pensar en la estabilidad como algo que cultivamos dentro, una cualidad independiente de los factores externos, que desarrollamos como quien decide cuidar un jardín y tiene la paciencia necesaria para que todas las plantas crezcan y florezcan. Como si fuese la lente desde la cual observamos el mundo. Alex nos dice: Inteligencia emocional al elegir. Hacer un trabajo de reforzar las emociones que más nos interesen, que queramos más presentes en nuestra vida. Que nuestras emociones sean cada vez más elegidas y menos impuestas.
💥 A eso se suma la variable de aprender a lidiar con el mundo que nos rodea. Del 1 al 10, ¿qué importancia real tiene para unx que alguien toque la bocina desmedidamente? Del 1 al 10, ¿cuánto nos afecta? ¿Hay relación entre una cosa y la otra? Si salí de mi casa feliz, ¿cambia algo? Si salí ya con un nudo en la panza, ¿se percibe diferente? A veces suma ordenar un poco, poder observarse y percibir cómo estamos, mirar el entorno y ver de qué se trata, y no apurarnos a reaccionar, tratar de elegir. Así, cuando seguimos caminando y miramos hacia atrás, nos reconocemos en la persona que éramos hace un rato.
✍🏽 Fragmento de nuestro mail semanal escrito por @gagliardinil@afalkear y 📷 en esta foto el funambulista Philippe Petit haciendo lo suyo.