Permanencia es equivalente a estabilidad en muchos casos. La permanencia, tanto como la estabilidad en una tarea, hacen que podamos desarrollarla, manteniendo nuestro foco y recursos sólo en eso, sin dispersarnos.
En nuestra escuela también trabajamos sobre el cuerpo y acá vamos a hablar de la experiencia de permanecer un tiempo en una técnica corporal. Es una manera simple y palpable de mantener en el tiempo aquello que estamos realizando. Al sostener una posición que elegimos podemos ver cómo reacciona nuestro cuerpo, dónde solicita atención y de qué forma. La permanencia nos da tiempo para observar y trabajar. Vamos a notar que a veces precisamos más fuerza en nuestros músculos, otras veces necesitamos relajar alguna parte que se encuentra manteniendo tensión y por veces sólo precisamos modificar la manera en la que estamos actuando sobre alguna parte del cuerpo. En ese momento podemos aplicar toda nuestra fuerza, nuestra consciencia en esa parte específica, para hacer un trabajo intenso aprovechando nuestros recursos, el conocimiento sobre nuestro cuerpo y cómo queremos actuar sobre él. Las técnicas que exigen que mantengamos fuerza constante en el tiempo van a generar un fortalecimiento de nuestros músculos y nuestro sistema en general. Las que trabajan con flexibilidad nos van a permitir desarrollarla al máximo. Lo que vamos a evitar es la repetición, o sea, hacer una técnica, deshacerla y volver a realizarla. Vamos a mantener lo máximo posible, dentro de lo razonable.
En estos días vamos a hacer un trabajo específico sobre este tema en nuestra escuela e intentando extrapolar esta experiencia en otros niveles, laborales, de estudio, emocionales, etc., verificando cómo reaccionamos y cómo podemos mejorar en cualquier cosa que hagamos.
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