☁️ Es martes y está gris el día, esos días en que el sol apenas logra filtrarse por una capa fina de nubes. Tomamos té con jengibre. El mundo parece ser una cornisa entre lo apacible y las ganas de meterse en la cama para no salir nunca más. Me miro y me doy cuenta de que tiendo a lo apacible. Y que con ese temperamento me voy a asomar a la interacción; tal vez responda un poco más lento si me preguntan algo, o mi voz salga más grave y susurrada, o me desplome con menos elegancia cuando me quiera sentar / zambullir en alguna superficie. Tal vez todo lo que vea lo mire como a través de esa fina capa de nubes y eso haga que hoy sea de reacción lenta o ni siquiera tenga reacción.
🌙 Sábado a la noche, hace frío pero está agradable. Nos emponchamos para salir, como quien sale a la aventura, y caminamos como si fuésemos altxs, pero ningunx lo es. Como si nuestras piernas fuesen larguísimas. Nos reímos, nos abrazamos, nos separamos y seguimos. Estamos alertas pero alegres. Todo nos llega rápido: la música, el olor a comida, las ganas de seguir andando, de perder el rumbo, de retomarlo. Me miro y veo mi disposición a todo; por dentro parezco un cartel luminoso aunque por fuera esté vestida de negro.
🌧️ Miércoles, parece que hoy llueve todo el día, lluvia tupida, constante. Paraguas, piloto, pero la decisión es salir. Me miro y veo la determinación de quien va a hacer las cosas aunque lluevan ranas. De quien va a ir a la parada del colectivo, atravesar la ciudad para visitar a su hermano, trabajar un rato, pensar, crear, volver en subte leyendo a la poeta argentina Susana Thenon, caminar unas cuadras vacías bajo la lluvia, entrenar, ir a la hermosa sede Puan a visitar amigxs, volver a casa tarde bajo la lluvia.
📖 Cuando era chica me compré una agenda que tenía para marcar cada día el estado de ánimo: iracunda, feliz, antisocial… y al final del mes hacer un gráfico con los resultados. Me podrían haber llamado Madame Zigzag. Más allá de los vaivenes de mis gráficos, visibilizar mi inestabilidad emocional me hizo querer modificar algo, aunque solo fuese para que los gráficos se vieran distintos. En definitiva, decidí cambiar.
💥 Está nuestro terreno interno, está el mundo que nos rodea y está lo que se entreteje entre ambas partes. Cada día propone cosas distintas, cada día respondemos diferente, pero aun así podemos cultivar una estructura, podemos aprender a elegir el cómo; accionar, y no reaccionar. Y también podemos pensar qué pasaría si no hubiera ningún estímulo, ¿cuál es el sentimiento que prima por dentro? ¿Es el que queremos? De eso se va a tratar este mes, de mirar, y tal vez hacer un gráfico como el que tenía mi agenda, y, a partir de ahí, ir viendo qué queremos. ¡Te damos la bienvenida a la aventura!
✍🏽 Fragmento de nuestro mail semanal escrito por @gagliardinil 📷 en esta foto estamos en la escuela: chai, risas, sopa y aprendizaje.
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