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La palabra

🏠 A lo largo de los años en que venimos compartiendo este espacio al que llamamos La Casa, hemos traído varios asuntos para invitarnos a pensarnos de manera diferente, para plantearnos distintas posibilidades de construir la cotidianeidad, los vínculos, los hábitos y la relación con el entorno, con las otras personas y con quienes somos.


Cuando nos proponemos entrenar nuestras capacidades, observar las emociones, ser conscientes de nuestros pensamientos o modificar condicionamientos, estamos planteándonos distintas formas de crear.



🐚 La palabra también es una herramienta de construcción. En el arsenal de la filosofía antigua que estudiamos en nuestras escuelas, hay una frase que dice “La palabra es mantra”. Quiere decir que lo que digo es. Que la palabra tiene peso. Combinando esto con la disciplina —considerada desde la óptica que compartimos las semanas pasadas—, lograremos reforzar ambos conceptos y nos acercaremos en forma genuina a lo que nos propongamos.



🫢 Si, por ejemplo, nos comprometemos con alguien a hacer algo, o a llegar a determinada hora, y repetidamente no cumplimos, con el tiempo nuestra palabra no tendrá valor para esa persona. No importa cuánto confirmemos un compromiso: en este caso tendrá sentido la frase “una acción vale más que mil palabras”.



🤯 Lo mismo ocurre con la credibilidad en nosotrxs mismxs. Si decimos que vamos a hacer algo, pero nos gana la procrastinación o, cuando estamos por encarar una tarea, nos dispersamos y terminamos haciendo otra cosa, nuestro propio cerebro dejará de interpretar esas palabras —es decir, esas señales— como un estímulo para responder de determinada manera. Y cada vez elaborará una respuesta diferente, haciendo que esa palabra tenga, justamente, menos peso en la formulación de una respuesta, de una conexión nerviosa concreta. A la vez, esto implica una mala administración de la energía, que se terminará percibiendo como cansancio. 🔥 Por otra parte, si mantenemos la disciplina de cumplir con lo que decimos, se refuerza el hecho de que nuestra palabra tiene peso. Tal como se hacía años atrás, cuando no había contratos —abogadxs mediante—, sino que las personas sellaban el acuerdo estrechando las manos y . Generamos fortaleza y, cada vez que nos propongamos hacer algo, lo más probable es que lo hagamos. Eso también nos va a estimular a prestar más atención a lo que enunciamos, para a decir solo aquello que vamos a realizar, tanto para nosotrxs, como para lxs demás.


🤓 Es un ejercicio interesante que podés empezar a experimentar con cosas no cruciales; por ejemplo, proponerte ver un solo capítulo de la serie que estás mirando, en vez de dejarte ganar por el plano emocional y hacer una maratón nocturna. Decirte: uno solo y apago. Y efectivamente hacerlo. Si lo lográs un par de veces, ¡listo! Tu cerebro guardará esa info. Vas a ver que es muy distinto a que te lo digas y al rato cambies de opinión: en ese caso, el cerebro se pierde y no guarda el camino a la respuesta, porque sabe que no siempre obtiene el mismo resultado. El cerebro actúa como un ON - OFF.

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