💎 Recta final, últimos días del año y aparece la retrospectiva del 2024 y proyecciones del 2025. A lo mejor no de forma consciente, en modo lista, pero siempre hay un momento en el que hacés un parate y ves todo lo que pasó en el año. En ese escaneo es probable que puedas obtener información y que sobre eso te propongas hacer algo diferente o nuevo el año que viene.
🤓 Ya ese primer acto implica un modelo mental, una idea inicial que, si se instala y la empezás a desarrollar, terminará por concretarse. Es el primer paso de la mentalización, un boceto del objetivo final. Lo que le sigue es comenzar a realizar acciones concretas que construyan en esa dirección. Como muchas cosas que, al hacerlas repetidamente, van marcando un camino. Como la gota que horada una piedra. Un trabajo constante genera la incorporación del hábito, la transformación a nivel profundo, en el sentido del cableado interno, de cambiar una cosa por otra o de, simplemente, seguir sumando. Las acciones, el hacer, potencian ese primer cambio que te propusiste a nivel del pensamiento.
🐚 Hablando de la gota que horada la piedra, fijate cuál es la piedra, cuáles son tus objetivos, las metas que querés conquistar, los hábitos que te gustaría incorporar o las cualidades que quisieras pulir, y dejá que el agua corra en la cantidad y con la constancia necesarias para que, con el tiempo, se vayan percibiendo esas modificaciones. Lento, continuo y asimilable.
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