🚶🏾♀️ Hay un cuento corto de Kafka que se llama Un paseo repentino: es de una persona que de repente, en un momento inesperado, decide salir, salir de su casa, del abrigo, del sillón, salir. Y por sobre todo, de lo que siente cuando ya está afuera, lo que siente en el cuerpo, en las piernas.
🚶🏻Piernas: seres que nos mueven.
🐛 Movernos: desplazar el lugar desde el cual percibimos el mundo, miramos y las cosas nos atraviesan.
✨ Atravesar: que no queda en la superficie sino que se adentra y por unos momentos (o muchos) pasa a formar parte de quienes somos.
✒️ Parte (acá decidí ir al diccionario): porción de un todo.
🧩 Pensaba en cómo hacer para que ese todo que nos compone tenga muchas partes que sean diferentes entre sí y que por lo tanto puedan resonar con otras partes en otros cuerpos.
👀 Pensaba en que cada vez nos movemos menos. Y, quizás, no solo nuestras piernas –que son lo que vemos–, sino nuestra afectividad, nuestra cabeza. Y que cada vez son menos las partes que nos componen y en cambio tal vez tendamos a ser una única pieza de un único material impenetrable, no afectable, sin resonancia.
🔎 Leía a Alex hablando del pensamiento: los pensamientos suelen repetir patrones según los propios paradigmas. Por comodidad, podemos tener la tendencia de querer leer solo información que siga esos patrones y que alimente nuestra forma de ver las cosas. Si lo hacemos, comenzaremos a cristalizar nuestra forma de pensar.
🙃 Me preguntaba cómo llevar la cabeza a un paseo repentino. En lo personal siento que ocurre cuando leo cierta poesía, cuando veo determinadas pelis, en encuentros con otrxs, cuando paseo, cuando practico.
🕸️ Pensaba en la importancia de las cosas que nos afirman pero también en la potencia de las que nos ponen en duda y por lo tanto abren, en el tejido corporal, emocional, mental, la inmensa oportunidad de hacer crecer algo distinto.
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