💥 El concepto de disciplina suele estar muy ligado al de libertad, aunque no siempre de forma positiva. Lo más común es entender que tenemos que ceder parte de nuestra libertad para ser disciplinadxs. Que la disciplina es una imposición que atenta contra la libertad.
🔍 También depende de cómo interpretemos ser libre. Ser libre puede pensarse como “poder hacer lo que quiera”. Pero si no sabemos qué cosas queremos, hacia dónde apuntar, corremos el riesgo de seguir la corriente, hacer lo que lxs demás proponen y eventualmente sentir que no tuvimos elecciones propias, que nos sometimos a imposiciones externas. Tener un cierto autoconocimiento para saber cuáles son nuestros valores y objetivos en la vida nos da mayor libertad. Ahora, si aun así entendemos que todo esto sólo depende de factores externos, por ejemplo, que puedo hacer las cosas mientras no tenga responsabilidades, tareas, etc., también nos estamos limitando.
👀 Podemos buscar la libertad cortando todo lo que sintamos que nos ata; en este caso la disciplina nos ata a realizar tareas, y por lo tanto nos cercena la libertad.
🤜🏽 Pero podemos también entender que nuestra libertad se ejerce si tenemos capacidad para hacer lo que queramos. Si yo quiero hacer algo, voy a ser más libre cuantas más posibilidades tenga de hacerlo. Mi libertad será mayor cuanto más conozca aquello que quiero hacer, cómo lo quiero hacer, y cuanta más capacidad tenga de realizarlo. En este caso, ser disciplinado me va a permitir lograr lo que quiero: es un aliado de mi libertad.
🏠 En nuestra escuela es importante el trabajo que hacemos regularmente para generar mayor lucidez y autoconocimiento.