👁️ Me gusta pensar en el límite de las cosas. Cómo a veces es algo claro y otras veces se torna difuso, como cuando miramos el horizonte en un paisaje marino. Hay momentos en que es clarísimo dónde termina uno y empieza el otro, y hay días en que se entremezclan y esa división no es nada nítida.
💥 En relación con nuestras posibilidades pasa lo mismo. A veces el borde es claro y otras se torna difuso. Me gusta pensar que cuando entrenamos fuerza, flexibilidad, foco, respiración, de alguna manera ese contorno se hace menos nítido. Como si, durante esos minutos en que estamos practicando la técnica, pudiéramos volver a definir nuestro borde: nuestras posibilidades.
✏️ Alex nos dice: nuestro cuerpo tiene un historial, cuánto lo trabajamos, cuánto lo ejercitamos, cómo lo alimentamos, y todo esto le da una configuración que queremos conocer. Si queremos desarrollar más fuerza, ir más allá de lo que el cuerpo puede actualmente, podemos hacer técnicas que nos permitan observar dónde está el límite y sostener el esfuerzo cerca de ese límite. Ese esfuerzo prolongado es sostenible, ya que se encuentra por debajo del máximo que podemos dar y, al mantenerlo, hacemos que el cuerpo se acostumbre a esa propuesta y corra el límite un poco más allá, un poco más lejos. Lo mismo puede aplicarse a la flexibilidad, e incluso al trabajo en las áreas emocional y mental. Mantener un esfuerzo sostenido cerca del límite hará que el rendimiento sea máximo, que vayamos avanzando siempre de manera agradable para el cuerpo, ya que nunca lo llevamos al máximo de resistencia y, con la permanencia, cada vez observamos más nuestro organismo y así conocemos mejor cómo responde. En nuestras clases esto se aprende desde la primera práctica.
⚡ Hace poco pensaba que, en lo personal, rindo más en la resistencia que en dar el máximo de un salto. Voy distribuyendo mi fuerza y vitalidad para que me rinda todo lo que la necesito en aquello que estoy haciendo. Pensaba en eso que dijo Alex: este esfuerzo prolongado es sostenible, ya que se encuentra por debajo del máximo que podemos dar y, al mantenerlo, hacemos que el cuerpo se acostumbre a esa propuesta y corra el límite un poco más allá. A veces pensamos que las opciones son darlo todo o echarnos panza arriba, pero en el medio hay gran variedad de posibilidades. Esta que dice Alex, de unos puntos antes del máximo, nos permite permanecer, y esa permanencia habilita desplazar el borde de nuestras posibilidades. Válido para la práctica y válido, a veces, para la vida diaria.
留言