Me gusta esa pregunta porque nos lleva al momento presente, puedo ver cómo pelo una naranja en el mismo momento en el que lo hago, aprendo de la experiencia directa. La pregunta sobre el porqué, en cambio, nos conduce al pasado, al camino de la interpretación. La cantidad de variables a considerar para explicar por qué hacemos las cosas como las hacemos, es muy grande; para mí, es una cantidad inabarcable. El tema es que el cómo hacemos las cosas tiene implícito el porqué, lo tiene puesto. Hay una historia detrás de la forma en la que comemos una naranja, y esa historia se vuelca en el cómo. Si nos alejáramos lo suficiente, probablemente podríamos ver que el cómo y el porqué, no están tan separados como parece. Pienso en el mundo visto desde el espacio en el que los países, los diferentes mares y océanos, sus límites se disuelven en una única imagen celeste y a medida que más nos alejamos esa imagen del planeta se va haciendo cada vez más homogénea, hasta que finalmente es un punto. Y si seguimos alejándonos ese punto desaparece. Lo mismo sucede con las causas y efectos cuando hay cosas que hacemos y nos transforman. Este pensamiento lo tomé de un personaje de Mario Levrero: Gente dice: araña teje tela. Yo digo: tela teje araña. Gente cree teje vida, pero vida teje gente. Todo conectado. Usted escribe cuento, pero cuento escribe usted; buscamos causa tiempo pasado, pero muchas veces causa en futuro.
💥Podría seguir hablando sobre el tema porque me interesa mucho, pero voy a terminar escribiendo que, puesto en la dicotomía, si tengo que elegir, soy más del equipo del cómo, pero no sé bien por qué. :)
📖Fragmento de nuestro mail semanal escrito por @brriel