🏠 En nuestra escuela, como en muchas otras del Método DeRose, tenemos actividades que invitan al pensamiento colectivo. Espacios donde ponemos sobre la mesa distintos temas, en los que podemos estar de acuerdo o no, pero que nos enriquecen al compartir perspectivas. Una de esas actividades es el grupo de lectura: un momento para encontrarnos, donde si bien el texto es el protagonista, el valor también está en el intercambio de ideas, en la exploración de distintas interpretaciones y en la oportunidad de conocernos más, a nosotrxs mismxs como a las demás personas.
📖 A raíz de estos encuentros, me di cuenta de lo hermoso que es que te lean. Estar bajo la sombra de un árbol, en un paseo en auto o justo antes de dormir y escuchar una voz dando vida a las palabras. Percibir la entonación, los matices, cómo cambian según el texto o incluso la hora del día. Pequeños detalles que transforman la voz, haciéndola distinta a cuando simplemente conversamos. Algo de eso me genera calorcito interno.
🫁 En uno de estos grupos, estamos leyendo Respiración e inteligencia emocional de Daniel Fersztand, donde menciona un concepto del profesor DeRose: la avalancha emocional. En pocas palabras, se trata de identificar ese instante en el que surge una emoción que, si no la gestionamos, puede convertirse en una bola de nieve imparable. Como una pequeña piedra en una cornisa que, al caer, inicia un derrumbe. Pero si en ese momento logramos redirigir la piedra hacia otro lado, podemos evitar ese posible caos emocional.
🪨 Un estado de reacción intensa y descontrolada nos puede nublar los pensamientos, afectar nuestros vínculos y disminuir nuestra claridad mental, dificultando la toma de decisiones conscientes e intencionadas. Para evitar caer en una avalancha emocional, podemos entrenar diversas técnicas que nos ayuden a conocer mejor nuestras emociones para evitar ser arrastradxs por esos impulsos y lograr administrarlas mejor.
👀 Estas técnicas nos permiten acercarnos a una forma de reeducación emocional. Son las que vivenciamos en cada práctica a través de los ejercicios respiratorios, la concentración y la meditación, el fortalecimiento de nuestra estructura biológica y el hábito de la autoobservación.
😊 También te invito a que tengas la experiencia de leerle a alguien o de que te lean. Así como una pequeña piedra puede generar una avalancha…, algo sencillo como compartir una lectura puede transformarnos.
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