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Como un elástico

Foto del escritor: DeROSE Method BelgranoDeROSE Method Belgrano

👀 Imaginemos el cuerpo como un elástico. En reposo tiene su tono natural, y cuando se estira alcanza un estado de mayor tensión. Como es elástico, tiene la capacidad de extenderse hasta cierto punto y luego volver a su estado inicial. Pero si lo estiramos más allá de su límite, pierde su elasticidad y la capacidad de regresar a su estado de reposo.


🤓Si pensamos en nuestro cuerpo de esta manera, entendemos que somos dinámicxs, que nos sometemos a constantes cambios. Algunos los generamos desde adentro (a través de lo que comemos, pensamos y sentimos) y otros vienen del entorno (el clima, los vínculos, la cultura, las costumbres). Podemos contar con herramientas y formas de entrenar que nos permitan conocer hasta donde “estirarnos” con la posibilidad de volver al tono de reposo e incluso desarrollar la capacidad de ir corriendo estos limites, ganando más elasticidad y, por lo tanto, ampliando nuestro rango de acción frente a estos cambios o dinamismos. Si no contamos con ese potencial, puede que lleguemos a un punto de tensión en el que nos resulte difícil volver o, incluso, nos hayamos pasado y ya no sea posible recuperar esa elasticidad.


🙃 Un ejemplo claro ocurre cuando hacemos ejercicio: si entrenamos sin permitir que los músculos descansen, pueden fatigarse y hasta lesionarse. Para evitarlo, es necesario encontrar una medida de entrenamiento entre esfuerzo y descanso, asegurando una práctica continua sin llevar el cuerpo a un extremo que luego exija largos períodos de recuperación. La clave está en evitar la saturación antes de que se produzca y aprender a regularnos durante el proceso.


😻 Lo mismo sucede con las emociones. A menudo pensamos que son reacciones exclusivamente externas, pero cuando desarrollamos más consciencia sobre ellas, nos damos cuenta de que podemos influir en nuestro clima emocional.


💫 Así como los músculos necesitan descansos estratégicos para recuperarse, también podemos aprender a gestionar las emociones con pausas que permitan asimilar y descansar lo necesario antes de llegar al agotamiento. El primer paso es cultivar esa consciencia para poder percibir indicaciones de nuestro clima emocional. El siguiente paso es generar un descanso para asimilar y descomprimir cada vez que sea necesario.


🚀 En nuestra escuela realizamos ese trabajo de autoestudio para poder observarnos e —igual de importante— desarrollar herramientas concretas para gestionar tanto la exigencia física como el clima emocional y otros. Acá compartimos con vos una clase que combina técnicas corporales y respiratorias, para que comiences a desarrollar esas herramientas.

 
 

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