Nunca fui de jugar mucho a los videojuegos pero tengo el recuerdo de que en algunos al ganar en una etapa recuperabas tu nivel de energía, tus capacidades y recursos y estabas preparada para el siguiente round.
Algo así pasa a lo largo de la permanencia en una técnica corporal, hay un punto donde parece que ya fue, estás por desistir, ya no te queda más con que y de repente pasás ese límite y todo se recicla. Disponés de energía, te cambia el ánimo y aunque el cuerpo siente cansancio contás con margen suficiente para seguir ahí todo el tiempo que haga falta.
Ese punto, que es un momento específico, es un punto de cambio, es el punto donde tenés, en líneas generales, igual cantidad de posibilidades de caer para un lado que para el otro, de quedarte donde estás o superarte. Y está claro que a veces uno elige una cosa y otras veces otra.
Lo interesante de elegir conscientemente en un instancia como esta, en que en realidad lo que está en juego es simplemente el entrenamiento puntual que estamos haciendo en el momento, es que uno va configurando ese hábito a nivel más profundo. Instalando el chip de que se puede elegir y tener el registro de que si uno decide superarse (músculo) algo cambia, una sensación de satisfacción y energía renovada brota en cada célula.
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