☕ Me encanta ir a leer a un café. Hay algo del ambiente que me hace bien, que me va conectando con los sentidos. La vista desde la mesa que me gusta, escuchar cómo preparan el café y sentir su olor, saborear alguna delicia que haya pedido. Y una vez que disfruté de los sentidos, dejo que pasen a un segundo plano para concentrarme en la lectura.
📖 Para estar totalmente inmerso en el mundo del libro, hago que toda mi consciencia pase al plano mental. Cuanto más me puedo abstraer del entorno, más me vuelco a la experiencia de la lectura. Este es el primer paso para lograr una buena concentración: la abstracción de los sentidos.
💡 Un café es un buen lugar para entrenar esto. Es amable y desafiante. Hay muchos estímulos: gente que viene y que va, ruidos fuertes, aromas intensos, conversaciones que dan curiosidad. Si quiero leer mi libro, leerlo realmente, tengo que poder mantener el foco en la lectura y en las imágenes, sensaciones, pensamientos que invoca, sin dispersarme con los estímulos que van surgiendo a mi alrededor. La lectura tiene que ser más importante: que gane la misión de leer ante la tentación de la novedad fútil.
🕯️ Esta semana te proponemos entrenar tu capacidad de abstraerte del entorno. Ya sea leyendo, estudiando, trabajando o haciendo cualquier cosa que requiera tu atención unos minutos seguidos. En esos momentos de foco, si te das cuenta de que algo llama tu atención y no tiene relevancia, dejar que ese estímulo pase y mantener el foco en lo que estés haciendo, sin interrumpirlo. Al menos algunos minutos, y percibir cuánto más presente estuviste en lo que hiciste durante ese tiempo.
✏️ Texto de nuestro mail semanal escrito por @afalkear, 📷 foto de nuestra clásica mesa de estudio :)
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